Sombrero mugroso,
camisa de fuera,
calzón chamagoso,
es Pancho Rivera.
Huaraches de llanta,
de cuatro correas,
borracho hasta espanta,
mejor ni lo veas.
Todos en el pueblo le sacan la vuelta,
es muy peligroso por su lengua suelta;
ajos y cebollas avienta a lo loco,
que hasta los chamacos le dicen el coco.
Y si hay una boda él es el primero
dentro de la iglesia, con todo y sombrero;
y aunque no lo inviten se cuela al banquete
a tomar tequila y mezcal con piquete.
Sombrero mugroso...
Nunca fue casado ni novia ha tenido,
dicen las mujeres que es un mantenido
y que no le gusta el trabajo pesado,
que es especialista en estar acostado.
Dice que es amigo de gente importante,
de gobernadores y de ahí pa’adelante,
pero nunca dice por ellos que siente
porque si lo dice le tumban los dientes.
Sombrero mugroso...
Vive de milagro comiendo lo que halla:
trozos de sandía, melón o papaya.
Dicen que Don Pancho es feliz a su modo
mientras tenga forma de empinar el codo.