La noche se vuelve de esparto
cuando llega la despedida,
hay un hueco a medida
para el polizonte.
Se marchó lejos de su casa
con el corazón en rodaje,
a cambio de ese pasaje
vendió su alma al diablo.
Hoy de nuevo lo ví pasar
algo triste pero amable,
siempre infatigable
tras el pan y la sal.
Hoy de nuevo lo ví pasar,
tenía los ojos alegres;
alguien le dió noticias breves
de su pueblo natal.
El pecado de ser
africanos en Madrid.
Abri los ojos para ver
que no llega el sol aquí.
El pecado de ser
ébano, sangre y marfil.
Si miras bajo tu piel
hay un mismo corazón.
Quizás con un poco de suerte
llegarás hasta la Gran Vía
sin que la policía
te pida el pasaporte.
Si la luna está de su parte
por ventura tendrá su cama
hecha de hojas y ramas
en la Plaza de España.
Hoy de nuevo le ví pasar...